Un espacio con sede en el Centro Cultural Padre Félix Varela, diseñado para la formación humana y artística, y para el servicio a la liturgia de la Arquidiócesis de La Habana.
La primera visita de un sumo pontífice a la Isla en 1998 reavivó el interés de instituciones, músicos y compositores entorno a la música sacra.
Comenzó así una etapa dinámica de actividades musicales con carácter litúrgico y extralitúrgico que incluyeron esfuerzos como la creación de la coral «Juan Pablo II» para ofrecer conciertos de música religiosa con otro grado de repercusión social que el que podían alcanzar los coros de las parroquias e iglesias en la Arquidiócesis habanera.